sábado, 18 de junio de 2011

El momento en el que el tiempo pasó

En esta tranquila esquina de la ciudad laberinto, rara vez las noticias de cambio llegaban. Parecía que la ciudad quedaría estancada en las últimas paredes que daban paso a un frondoso bosque. Sin embargo, un día, el bosque desapareció, fue cuestión de horas, quizá minutos; los muros, el concreto y asfalto escalaron los cerros. La ciudad laberinto había llegado y con ella el ruido, el encierro, la sobrepoblación. 

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