sábado, 18 de junio de 2011

El momento en el que el tiempo pasó

En esta tranquila esquina de la ciudad laberinto, rara vez las noticias de cambio llegaban. Parecía que la ciudad quedaría estancada en las últimas paredes que daban paso a un frondoso bosque. Sin embargo, un día, el bosque desapareció, fue cuestión de horas, quizá minutos; los muros, el concreto y asfalto escalaron los cerros. La ciudad laberinto había llegado y con ella el ruido, el encierro, la sobrepoblación. 

domingo, 8 de agosto de 2010

Sobre el pánico de escribir

No entiendo mi miedo a escribir. Y parecería un poco estúpido que lo escriba, pero creo que hay fobias que solamente se pueden combatir en el campo de batalla. Existen muchos factores que dificultan mi labor. El primero de ellos es la tipografía y el tamaño de la letra. Me reuso con todo mi ser a escribir cualquier cosa en Times New Roman 12. La sóla idea de que aparezcan palabras negritas clásicas... me pone mal.
Fuera de esas nimiedades, entran otros factores más de fondo, como poder elegir la palabra adecuada. Resulta impresionante la forma en la que el vocabulario es estrecho para poder traducir sensaciones, ideas, sentimientos. Sin embargo, y esto me parece interesante, no sufro el mismo trauma con la comunicación verbal. Al final de cuentas también ahí existe un trabajo de traducción a palabra...Quizá sea el hecho de que lo dicho se puede olvidar, mientras que lo escrito implica un mayor compromiso.
En esa elección de la palabra, en la capacidad de clarificar la idea, se revela una parte de la psique, de la personalidad del escritor. Leerse es similar a verse en el espejo.

domingo, 18 de julio de 2010

Por los mismos senderos

Últimamente mis conexiones sinápticas inconscientes se han plagado de escenas apocalípticas seguramente alimentadas por los constantes bombardeos visuales de la estética del fin del mundo. Parecería que mi psique se ha empeñado en hacer remakes oníricos de las grandes producciones de hollywood: expediciones solares que terminan en un tremendo fracaso con rayos que llegan hasta la tierra y arrasan todo a su paso, nubes letales de elementos volátiles que dejarán en la oscuridad a Oceanía por más de 4 siglos, ciudades abandonadas,dejadas al olvido.

sábado, 17 de julio de 2010

arquitecturas oníricas

Sólo de vez en cuando se aparecen en mis sueños las estructuras y paisajes más extraños. Y son exactamente esos momentos en los que valoro la capacidad de generar creativamente trazados urbanos, arquitecturas e incluso geografías.
Anoche, la situación se ubicaba en una Venecia desecada, un espacio árido de construcciones majestuosas, y en medio del paisaje desolado se erigía una construcción de estilo comunista, fría, funcional, fuera de lugar. Recuerdo que se trataba de una visita turística... La voz del guía decía que "Este, fue uno de los jardines más majestuosos de Venecia tuvo muchas plantas y hasta flores de colores".
Pero ahora, se veía como un espacio abandonado, con hierbas grises, altas, muy altas.
Ahí mismo me reencontraba con un compañero de la preparatoria que hacía mucho no veía. Él cuidaba la ciudad del saqueo.
Otra noche, acompañé a una amiga a visitar unos terrenos en la cima del Ajusco, hacía tanto frío que el camino tenía nieve, sentía la presencia imponente de los árboles y el medio al acantilado hacia donde se trazaba el camino.

domingo, 4 de abril de 2010

Medeas y filicidas

Resulta impresionante el revuelo que generan los casos de filicidios, parecería que no hay nada más aberrante que un progenitor acabe con la vida de su hijo. Sin embargo el caso se tornaría más espantoso si él que quitara la vida fuera la misma que la dio. Una madre estaría genéticamente programada para proteger a sus hijos de todo lo que pudiera dañarlos. Pero cuando ese patrón falla, cuando esa línea de producción de imaginarios morales se quiebra, toda la sociedad siente compulsiones de repudio. En ningún momento pretendo justificar esos actos, no obstante, tampoco me parece tan inaudito el hecho de que las madres no siempre deseen el bien de sus hijos.
Nos enfrentamos ante un tema complejo por lo cual dividiré mis puntos de vista en distintos apartados.
1. Sin el afán de dar argumentos de científico del s. XIX, pero consciente de que la comparación con el mundo animal siempre es un punto de referencia, es común que las madres animales se coman a sus crías o las abandonen a su suerte.

2. Todas las relaciones humanas son complejas y por lo tanto están llenas de ambiguedades y ambivalencias, incluso las relaciones madre/hijo. Más allá de la tarea reproductiva, la madre deposita en el hijo una serie de expectativas, deseos y representaciones. El simbolismo ligado a la figura filial repercute en su relación.
Tomemos en consideración el mito de Medea, escrito por Eurípides. Ella, una hechicera se enamora de Jasón, cuando éste busca en su tierra el vellocino de oro. Después de toda la ayuda que le proporciona, al héroe no le queda más que llevarsela con ella en su travesía. Medea venga la muerte del padre de jasón matando de la manera más atróz al usurpador del trono. Finalmente los dos viven en paz con sus hijos en una tierra lejana. Sin embargo, a Jasón le interesa otra mujer y decide abandonarla. Ella loca de furia se propone dañar a su ex amante donde más le pueda afectar.... en su descendencia.

3. Ese amor incondicional Madre-hijo que tanto publicita la sociedad se transforma en un mito que genera alguna que otra aberración comparable al filicidio, como la reproducción de conductas violentas dentro del núcleo familiar fomentadas nada más y nada menos que por la propia "Madrecita santa". Ella que debería de protejerlos, los pone de escudo, los utiliza, los abandona.... Y ya llegando a este punto, ¿Verdaderamente es tan sorprendente que una madre mate a sus hijos?

lunes, 29 de marzo de 2010

La mecánica del sueño


Mucho tiempo me pregunte ¿De qué se trata dormir, y más que eso, de qué se trata soñar? Me parece sorprendente la necesidad de cerrar los ojos y desconectarse del mundo. Acceder a otra realidad, una realidad menos R-E-A-L pero no por ello menos verdadera. La diferencia que encuentro entre estos dos mundos es que en uno hay una continuidad rutinaria mientras que en el otro nunca sabes qué es lo que puede pasar. Intenté entender el fenómeno del sueño desde el punto de vista neurológico, pero algo del almacenamiento de la memoria a través del hipocampo y la desnutrición en las ratas, me hizo desechar la teoría. Después me introduje al mundo psicoanalítico, pero ahí también lo irreal se convertía en representaciones sórdidas del inconsciente, perdía la poesía de lo ilógico para dar pie a eventos traumáticos imaginarios. Intuyo que el sueño va más allá, mucho más, genera arquitecturas, ciudades enteras, situaciones imposibles, encuentros improbables y platicas absurdas pero llenas de sentido. Otro aspecto interesante de los sueños es que poca gente los recuerda... La mecánica del sueño debe ser otra..... ¿pero cual?

miércoles, 17 de marzo de 2010

Cuestión de distancias


¿Qué tan lejos es cerca?